Hoy en día, 350 millones de personas en todo el mundo sufren de depresión, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). A lo menos el 25 % de la población mundial de todas las edades sufre o sufrirá a lo largo de su vida algún problema psicológico, emocional, mental o conductual. Este porcentaje sube mucho más si consideramos los problemas relacionales de pareja, sexual, familiar, laboral, social. Esto afecta mucho la calidad de vida de las personas, familias y sociedades.

Sufrir un problema psicológico, psiquiátrico sigue siendo para la mayoría un tema vergonzoso. Es mucho más fácil admitir, por ejemplo, que tenemos problemas de hipertensión, de diabetes, e incluso de cáncer que depresión, intentos de suicidio, crisis de angustia, agorafobia, obsesiones, adicciones, problemas de matrimoniales, problemas con los hijos, etc.

Es lamentable que aun haya tanto prejuicio y silenciamiento sobre los problemas de salud mental porque, quienes los padecen, se sienten muy solos y sufren mucho.
Una razón es el desconocimiento o poco conocimiento sobre estos trastornos y problemas y las posibilidades de mejoramiento.

Generalmente nos decimos a nosotros mismos: "ya se me pasará", "tengo que mantenerme ocupado", "tengo que controlarme", "nadie puede enterarse lo que estoy pasando, sufriendo", "qué vergüenza". Los amigos por su parte nos pueden decir: "no te hagas la víctima", "tu lo tienes todo (familia, dinero, salud, etc.)?, no puedes sentir lo que sientes", "eres muy mimada, consentida", "sólo buscas atención"...

Muchas veces por más que lo intentemos, o nuestra familia y amigos traten de ayudarnos, no pasa nada y nuestros problemas se mantienen o se agravan.
Lo mejor, como todo en la vida, es "tomar el toro por las astas" y enfrentarlo. Es decir, buscar ayuda en forma activa y consultar a un profesional de la salud mental; un psicólogo o un psiquiatra.

Al igual que en una consulta de medicina física, el profesional en una primera entrevista te escucha, te pregunta por los síntomas que tienes, lo que sientes, piensas, haces, tus relaciones humanas, etc. Si es necesario, completa la información solicitándote que te hagas algún examen o test psicológico.

Con toda esa información llegará a un diagnóstico y te planteará un plan de trabajo que incluye algunas sesiones psicológicas y si es necesario, un médico psiquiatra te recetará algún tipo de fármaco adecuado a lo que estas sintiendo.

De ti depende mejorar tu situación. Tú eres el primer y último responsable de tu salud, de tu felicidad.
Actualmente tienes fácil acceso, en forma presencial o a larga distancia (online) a un tratamiento o terapia eficaz en poco tiempo y a valores accesibles.

Jorge Raña
Psicólogo

Centro de Terapia del Comportamiento