Las Habilidades Sociales son el conjunto de comportamientos que nos permiten manifestar nuestros sentimientos, emociones de manera adecuada. También nos permiten resolver conflictos e integrarnos satisfactoriamente a un grupo y por lo tanto vincularnos con otros de manera sana. Es decir, las Habilidades Sociales nos permiten vivir en armonía tanto con nosotros mismos, como con los demás, en la sociedad y en nuestro planeta.

¿Por qué algunas personas tienen más Habilidades Sociales que otras?
Las Habilidades Sociales se desarrollan desde la infancia, en primer lugar, a través del modelaje de nuestras principales figuras de apego, es decir, nuestros principales cuidadores (padre, madre, abuela/o, tía/o?). Es por ello, que el estar en este lugar tiene tanta responsabilidad, ya que el niño/a comenzará a resolver sus conflictos, expresar sus emociones y relacionarse con otros siguiendo estos ejemplos.

Por otro lado, otro componente es el temperamento que tiene cada uno, hay temperamentos más introvertidos y otros más extrovertidos, pero ambos pueden desarrollar Habilidades Sociales adecuadas si están en un ambiente que así lo posibilite.

Por ejemplo, un niño más bien introvertido, tímido que en jardín infantil le cuesta integrarse, hacerse amigos, si tiene figuras de apego positivas, que lo refuerzan con sus logros, no lo critican y buscan instancias para que él pueda socializar de manera segura, podrá desarrollar Habilidades Sociales que le permitan integrarse bien con sus pares. Del mismo modo, un niño muy extrovertido, que puede ser impulsivo, que le cuesta respetar su turno o quiere siempre imponer sus deseos, también necesita reglas que le permitan postergar sus necesidades en post del grupo, ayudarlo a que pueda ponerse en el lugar del otro (empatía) y ser reforzado positivamente cuando lo logre. De este modo desarrollará Habilidades Sociales que le ayudarán a tener más amigos y no ser apartado por disruptivo dentro del grupo.

¿Qué tipos de Habilidades Sociales hay?
Existen diferentes tipos: por un lado, tenemos las Habilidades Sociales básicas, tales como: aprender a escuchar al otro de manera activa, poder iniciar conversaciones en un grupo, todo lo cual nos va a generar un sentimiento de inclusión al grupo, lo que nos hace sentir seguros. Por otro lado, tenemos las que tiene relación con hacer respetar nuestros puntos de vista y nuestros derechos de manera adecuada. Aquí se encuentra, por ejemplo, la asertividad, que me permite expresar, de manera adecuada, mis pensamientos, y no tener ni una actitud pasiva (no expresarlos y hacer lo que el otro quiere, lo que genera frustración) ni una actitud agresiva (imponer lo que deseo o pensó de tal manera que el otro se siente pasado a llevar).

Por lo explicado anteriormente podemos decir que el buen desarrollo de las Habilidades Sociales en la infancia es un factor protector durante la adolescencia, ya que le permitirá al adolescente integrarse bien a su grupo de pares, poder poner límites frente a conductas o situaciones que no considere adecuadas y poder decir No frente al consumo de alcohol o drogas. En definitiva, facilitará el vivir esta etapa del desarrollo de una manera más feliz, integrada y con límites.
En los casos en los cuales sea muy difícil la adquisición de Habilidades Sociales de parte del niño o del adolescente y los padres sientan que no han podido, por diferentes motivos poder ayudar a que sus hijo/as las desarrollen, sería conveniente acudir a un profesional para una evaluación más profunda del niño/a o adolescente, de su ambiente familiar o que los pueda acompañar y guiar al respecto.

Marcela Ojeda Santana
Psicóloga Clínica
Sucursal Santiago Centro
Centro de Terapia del Comportamiento

Centro de Terapia del Comportamiento